Argentina: Alerta en Cipolletti, Río Negro, por el envenenamiento masivo de animales

Más leídas

La muerte sorpresivas de muchas mascotas en Cipolletti prendió el alerta entre los ciudadanos. Tras la muerte de cinco perros en el barrio 12 de Septiembre, se le sumaron más casos en le barrio Del Trabajo y aseguran que también sucedió en el San Lorenzo. Al menos seis perros y un gato murieron sorpresivamente en el barrio 12 de septiembre y los vecinos están convencidos que se trató de un envenenamiento masivo.

Un vecino del barrio contó que en la última semana hubo siete casos, seis perros y un gato pero que todos tuvieron su génesis el jueves 15 de febrero. Ese día cinco perros murieron y todos estuvieron con sus dueños en la plaza del barrio. El jueves pasado hubo al menos un caso confirmado en el barrio Del Trabajo.

Luis vive en el 12 de Septimebre y relató lo que sucedió con la mascota de su hermano que se salvó milagrosamente. “Mi hermano sacó a pasear al perro, lo hizo correr para que se cansé y cuando volvió estaba temblado. Pensaba que le había dado un ataque porque es viejo pero mi cuñada lo llevó directamente a la veterinaria y por eso se salvó, contó.

En un grupo de whatsapp comenzaron a llegar mensajes de vecinos informando que sus mascotas habían muerto. “Estamos alerta más que nunca, la verdad que no tenemos ninguna hipótesis con fundamentos pero es una realidad que muchos perros sirven como alarma ante posibles robos”, expresó.

Luis afirmó que desde la veterinaria los llamaron y les dijeron que se trató de un envenenamiento. Los vecinos están asesorándose con un abogado para saber con qué herramientas legales cuentan para conocer cuál fue la causa de la muerte de los animales. Los casos no solo se registraron en el barrio 12 de Septiembre, también se contabilizaron en barrio Del Trabajo y barrio San Lorenzo.

“Mi perra tenía dos años, mi viejo el jueves la sacó a pasear, la sacamos todos los días. Cuando volvieron del paseo mi perra tambaleó, nos buscó con cara de asustada y colapsó”, contó Martín, que llevaba a su mascota a la plaza del barrio Del Trabajo. “Se trata de un fertilizante químico muy fuete, al contacto con cualquier animal lo mata. Es un fertilizante que está prohibido en el uso de la agricultura”, indicó.

Martín llevó a su perra inmediatamente a un veterinario pero no pudieron salvarla. El profesional le contó que ese día había atendido ocho casos similares. Desde el área de Servicios Públicos del municipio descartaron que se trate de una enfermedad zoonótica por eso decidieron implementar medidas para eliminar cualquier residuo de lo que se supone fue el causante del deceso de los animales. Tras inspeccionar el lugar y realizar un desmalezamiento, se “maximizó” el riego para diluir posibles residuos.

Valeria Arreguy es veterinaria y además jefa del departamento Zoonosis del municipio, descartó que se trate de alguna posible fumigación por parte del Municipio. Además reveló que uno de los casos que ella trató se hallaron organofosforados. Para determinar con mayor precisión deberán realizar análisis de laboratorio. Los animales que sufrieron la intoxicación presentaron varios síntomas como vómitos, nauseas, temperatura elevada y temblores.

“Yo atendí a uno de los perros en la veterinaria del barrio y se salvó. El paciente que nosotros atendimos respondió al tratamiento por eso creemos que se trató de un organofosforado, pero no tenemos certezas”, indicó.

Desde el Deliberante informaron que el municipio continúa “ocupándose del tema de los casos de perros que han muerto a causa de un tóxico en diversas plazas de la ciudad”, y precisaron que la presidenta del organismo, María Elisa Lazzaretti intentará realizar un investigación de este problema. Además indicó que intervino en el hecho personal de la dirección de Protección Civil y de Servicios Públicos, y además enfatizó que una cuadrilla de Espacios verdes recorre las plazas de la ciudad para obtener mayor información.

Últimas noticias

Por primera vez registraron un oso hormiguero en el Parque Nacional Ansenuza

Descubren un oso hormiguero en el Parque Nacional Ansenuza, Córdoba. El hallazgo confirma su presencia en la zona después de mucho tiempo.